Situada en el subsuelo de la actual Plaza de la Iglesia, en pleno centro histórico encontramos una de las pocas cisternas de origen medieval que se conservan en la Comunidad Valenciana. Hay diversidad de opiniones acerca de la época en que se construyó, uno de los últimos estudios («Quart de Poblet: Historia, Arte y Geografía» (2012)) nos dice que es de época islámica, aunque se desconoce en que siglo se llevó a cabo.
En origen se fabricó para abastecer de agua a toda la población y estuvo en uso hasta que la red de agua potable llegó al municipio. La edificación tiene dos partes: unas escaleras por las que se accedía a la fuente de la cual se extraía el agua y el espacio que correspondía al depósito, donde se almacenaba el agua. Tanto la escala, como el depósito, están cubiertos por bóvedas de cañón pintados con cal. La fuente ha desaparecido, abriéndose una puerta que comunica ambas estancias para su visita. Al depósito se accedía mediante dos oquedades que había en la parte superior y hacían de respiradero.
La escalera cuenta con una amplitud de 1,80 metros en la parte de la entrada, ensanchándose conforme se va descendiendo llegando a los 2,70 metros en su parte más baja. El depósito es de planta rectangular con unas medidas de quince metros de largo por seis de ancho y siete de altura.
La cisterna se llenaba una vez al año con el agua que llegaba desde el Turia, por el brazo del molino de la acequia de Quart. Primero se vaciaba, limpiaba y se desinfectaba con cal. El llenado se hacía en los meses de diciembre o enero, aprovechado que los meses de mayor consumo habían pasado. Cómo eran necesarias de 10 a 20 horas para realizar la operación, esta se prolongaba durante dos o tres noches, desde las nueve hasta las tres de la mañana, lo necesario para el abastecimiento anual de toda la población.
En 1875 se hizo una primera renovación, cuando además se construyó la caseta para el encargado de mantenimiento. En 1981 se rehabilitó para darle un uso cultural como sala de exposiciones, favoreciendo su conservación y respetando la estructura original. Se destruyó la caseta y se edificó la actual entrada a nivel del suelo, siendo una puerta con arco de medio punto y ladrillo macizo con enrejado de hierro. Además, se cambió el revestimiento de las escaleras, que era de piedra, por ladrillo de barro cocido. El interior se iluminó y se abrió la puerta para acceder al algibe.
Ese mismo año, 1981, se declaró monumento histórico- artístico y arqueológico, lo que al cambiarse la ley de Patrimonio Histórico Español pasa a ser Bien de Interés Cultural (BIC), figura de máxima protección.
Actualmente se encuentra en un nuevo proceso de rehabilitación.
Fuentes:
Hermosilla Pla, J. (dir.) (2012): “Quart de Poblet. Historia, Arte y Geografía”. Facultad de Geografía e Historia. UV – Ajuntament de Quart de Poblet.
Honrubia García, Paula (2018): » El Patrimonio Hidráulico de Quart de Poblet». Ayuntamiento de Quart de Poblet.